domingo, 16 de agosto de 2009


Actividad forestal en bosques nativos

Los bosques nativos son aquellas formaciones de árboles que no han sido implantadas sino que han crecido naturalmente; a lo largo del país hay 33.192.442 millones de hectáreas. En general suelen identificarse distintas regiones forestales, en función de las características de los bosques y de los productos primarios que se obtienen de ellas.

La actividad forestal en bosques nativos es de tipo extractiva, ya que se talan los árboles, se cosechan sus frutos, sus hojas. Los productos forestales así obtenidos se pueden clasificar en dos grupos:


Productos madereros. De la tala se obtienen troncos que se emplean para leña y la producción de carbón vegetal; o bien, para la producción de rollizos (troncos que tienen un diámetro regular y han sido sometidos a algún tipo de tratamiento, por ejemplo, el descortezado y el cepillado), que luego se transforman en distintos productos, como placas o listones de madera y postes para la construcción o la fabricación de muebles.


Productos forestales no madereros. Son distintas partes del árbol, como frutos, hojas, raíces, que se utilizan con fines alimenticios, medicinales, aromáticos o para la ornamentación, como forraje para los animales, entre otros.

En la extracción de recursos de los bosques nativos participan distintos tipos de productores.

Las grandes empresas forestales que, en general, extraen recursos en forma "depredatoria", porque no se preocupan por dejar ejemplares que pueden renovar el bosque y tampoco reforestan.

Familias rurales o comunidades indígenas, que aprovechan la madera para obtener leña (única fuente de energía en muchas partes del país) y también otros productos no madereros para su consumo o para la venta.

La pérdida de bosques nativos

- En los últimos 70 años, la Argentina perdió el 70% de sus bosques nativos: en la actualidad la superficie boscosa no llega al 12%, cuando en 1935 cubría el 39% del territorio nacional.

- La tala indiscriminada, los incendios y, sobre todo, el avance de la frontera agraria, se encuentran entre las principales causas de la pérdida de bosques nativos y, con ellos, de una fuente de biodiversidad vegetal y animal de gran valor genético, económico y ambiental


LA ACTIVIDAD FORESTAL EN BOSQUES ARTIFICIALES


En la Argentina, la forestación, es decir, la implantación de árboles para la producción de madera y otros subproductos, está adquiriendo gran importancia. Se estima que hay alrededor de 1.100.000 ha de bosques implantados, de las cuales el 85% se concentra en la región mesopotámica y la provincia de Buenos Aires.

Las especies más explotadas son pino, eucalipto, álamo y sauce; las maderas que se obtienen se destinan principalmente a la producción de rollizos para la exportación o a distintas industrias, como las de celulosa y papel, y a la industria de muebles y cajones. Más del 80% de la producción anual de maderas proviene de bosques implantados.

La Argentina presenta una serie de ventajas para la expansión de la forestación:


la velocidad de crecimiento de las especies que se forestan (mayor que en otros países);
las características agroecológicas del territorio, que permiten el desarrollo de una gran variedad de especies;
las tierras aptas para forestar, que se pueden comprar o alquilar a bajo precio;
la existencia de oportunidades para exportar productos con algún tipo de procesamiento (papel, muebles, etc.).

Varios organismos públicos, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, realizan acciones para fomentar la forestación (investigaciones, capacitación técnica, asesoramiento a los productores, entre otras actividades).



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